La reunión ordinaria del Consejo de Administración del Banco de Rusia se celebró el viernes pasado. Sus participantes decidieron reducir la tasa clave al 7,5 por ciento.
La declaración del Banco Central ruso señala que los riesgos inflacionales a corto plazo se han debilitado. Lo más probable es que en 2018 la tasa de crecimiento de los precios al consumidor sea inferior al 4 por ciento. En este contexto, el Banco de Rusia anunció su intención de cambiar la naturaleza de su política monetaria de moderada a neutral. La disminución de la tasa de interés en 2018 continuará.
Lo que se refiere a la previsión de inflación a medio plazo, sigue siendo la misma. El regulador señala que la dinámica del indicador dependerá de una serie de factores. Hay riesgos de crecimiento de la inflación, así como de su reducción. Sin embargo, el exceso del 4 por ciento en los próximos 2 años es considerado por el banco como una opción más probable en comparación con una posible caída por debajo de este nivel. El crecimiento de la presión inflacionaria puede ser facilitado por factores tales como el aumento de los gastos de los hogares, los cambios significativos en los precios de ciertas categorías de bienes, así como la dinámica del tipo de cambio de rublo y las decisiones sobre los aranceles y el presupuesto.
La declaración del Banco de Rusia señala que la aplicación de la política de reducción de los tipos de interés permitirá mitigar las condiciones monetarias en el país y mantener la inflación a un nivel cercano a la meta.